Razonamiento dialéctico

Todo lo que parece simple termina siendo complejo, pero la complejidad misma es la vida.
Vos sos lo que yo pienso, lo que yo construyo... Sos mi desdoblamiento. Yo soy lo que vos pensás, lo que vos construís día a día. Ahí está la dialéctica, es tan complejo como eso... Uno puede decir que es, o no es, y al mismo tiempo termina siendo incierto.
YO SOY VOS.
No te estás dando cuenta todavía, me parece... Vos decís que yo soy así y asá. Pero soy así porque vos me pensás así, vos me construís así. Vos te desdoblás de esa forma hacia mí.
Yo no soy la autoritaridad déspota. ¿Quién es el que lo dice? Vos ¿Quién es el que lo piensa? Vos. Es más, hagamos un juego. Las cosas se construyen por antagonismos, ¿o no? Para que haya un autoritario, adiviná qué tiene que haber... Un dominado. Adiviná quién es quién... Si yo soy la autoritaria, y... Vos debés ser el sometido.
Bueno, es interesante ahora... Porque no solamente yo soy la autoritaria, sino que vos sos el sometido. Y yo soy vos, ojo... ¿Por qué? Porque yo soy eso ya que vos me pensás así, no yo. Es que aquello es tu construcción. Es que en realidad yo soy tu desdoblamiento. Cuando me estás mirando, no me estás viendo a mí sino que estás viéndote a vos mismo.
Yo nunca quise ser la autoridad déspota... Entonces hice todo para lograrlo, ¿qué me pasó? No está mal esa pregunta, es lógica y humana. Cuando vos dijiste '¿Voy o no voy?' Y así estuviste toda la tarde... 'Aaah, pero si está todo bien, vos lo vas a entender todo...' Vos ya sabías que no ibas a ir. Lo habías decidido el día anterior pero estabas dudando de tu capacidad de tomar la decisión. Imaginate una hora y media tratando de darle una explicación a las cosas.
No intentes disimular tu incapacidad para decidir algo, porque si todos los días vas a dudar, no se puede seguir. Bueno, ¿qué me está pidiendo esa persona?
POR FAVOR, SÉ MALA. QUIERO QUE VUELVAS A SERLO. LO NECESITO.
Al día siguiente -dicho y hecho- soy la crueldad personificada y entonces cuando esa persona piensa '¿Voy o no voy?', no lo duda: 'Es mala. Mejor voy.' Listo. Le resolví la vida. Para decirlo más claramente, que yo sea mala es lo que vos necesitás de mí.
Porque acá la pregunta es: ¿Quién es primero? ¿El sumiso o el autoritario? Posiblemente el sumiso ya era sumiso, y el autoritario ya era autoritario. Y lo peor es que cuando el sometido es sometido, el autoritario no se va a quedar de brazos cruzados.
Y acá empieza lo histórico: Cuanto más autoritario es uno, más sometido es el otro. Se empiezan a construir los dos. Es que si bien mi ser autoritaria es tu construcción, yo también te construyo a vos.
No sé si es algo simple o no de entender... Pero lo que no se puede hacer es seguir mirando hacia afuera. Cuando me mirás a mí, lo que ves es tu propia necesidad. Por eso no podés conmigo.
¿Sabés qué? Tenés que decirme que no y no podés, ¿y sabés por qué no podés? Porque no querés. Y es por mi culpa. Posiblemente no, pero es más fácil ponerte esa excusa para no darte cuenta de quién sos. Señalar afuera te deja tranquilo porque así no te fijás en vos. Probablemente yo soy tu necesidad y te sirvo para que te des cuenta de que la primer pelea no está en mí. Matarme simbólicamente no sirve de nada. Porque eso no cambia las cosas... La primer pelea es con uno. ¿Quiero dejar de ser sometido? ¿Quiero saber quién soy?
YO SOY TODO LO QUE ODIO.
Si hay una chica autoritaria, esa soy yo. En realidad, el poder de mi autoridad no lo tengo yo. Me lo das vos. Es tu propia sumisión. De ahí saco la fuerza.
La vida no es lineal, echándole la culpa al otro no se solucionan las cosas. Pensá en qué hiciste vos para que yo haga eso.
La dialéctica es compleja pero te da LIBERTAD.