martes, 15 de febrero de 2011

Indecisión


Adórame. Tapiza mi destino con diamantes, meréceme. Actuando que deseas ser mi amante concédeme hasta la más absurda fantasía. Compláceme y firma sin mirar la letra chica. De ahora en más no reproches lo que haya y acostúmbrate a aceptar mi condición...
Prisionera de tu indecisión, tu desidia me tuvo alquilada. Un pequeño error al margen para actuar en él.
Adórame y ponle luz a todos mis caprichos. Merecéme. Devora mi deseo de a poquito. Concédeme que todo lo que diga sea en chiste, compláceme... Ríe como si fuéramos felices.
Lo habitual es que tú hagas y deshagas, pues a eso me tienes acostumbrada. Prisionera de tu indecisión, tu desidia me tuvo alquilada... Un trabajo de asistente de mago amateur.
En un pasado fuiste todo para mí. Vivía pendiente de tus desacatos... Ahora te trato con desdén y tendrás que comprender que las cosas han cambiado.
Adórame. Talla mi perfil en esmeralda, meréceme. Soporta mi desliz sobre tu espalda. Concédeme un tiempo para sentirme ausente, compláceme -no soy igual al resto de la gente-.


sábado, 5 de febrero de 2011

26


No... No me mires como antes, no hables en plural. La retórica es tu arma más letal.
Voy a pedirte que no vuelvas más, siento que me dueles todavía aquí: adentro. Y que a tu edad sepas bien lo que es romperle el corazón a alguien así.
No se puede vivir con tanto veneno. La esperanza que me da tu amor no me la dio más nadie, te juro, no miento. No se puede vivir con tanto veneno. No se puede dedicar al alma a acumular intentos, pesa más la rabia que el cemento.
Espero que no esperes que te espere después de mis 26, la pasión ya se me ha ido hasta los pies y voy deshojando margaritas y mirando sin mirar para ver si así te irritas y te vas...